No me gusta darle "bombo" a estos temas,
pero esta vez se lo tenía que decir
y se lo voy a decir;
Se lo voy a decir,
a la muerte desarmada
que arma y mata
en mano de redactores de papel.
A los mas media,
que menosprecian.
Viles sanguijuelas,
chupa muertes,
chupa vidas,
asquerosos "periodistas"
que arman a la muerte;
"su único error
fue no quitarle el movil
cuando la metió en el maletero".
Asesinos en palabra,
día y noche,
noche y día,
la llaman,
la atormentan,
la despiertan
y le enseñan a no fallar.
Se lucran a su costa,
a nuestra costa,
viles siervos de la muerte
cuando nos llama
a las ocho de la mañana
programa diario y matutino,
morbosos viscerales
nos regocijamos en ella,
dándole vueltas
y vueltas
y vueltas
y más vueltas
al mismo tema,
a la misma vida hecha ceniza.
Apuntando sin cesar
a la diana,
para acabar con todos los números
y cerrar el círculo
que tarde o temprano,
que tarde o temprano
volveréis a abrir.
¡Ya basta!
Me la suda
como acaba la muerte armada,
que acabe en muerte
cerraría una de las múltiples dianas.
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