domingo, 21 de diciembre de 2014

PUREZA PERDIDA

Los niños negritos no comen,
no, no comen;
sus madres tienen los ojos sepultados
en tumbas vivas,
en cauces de ríos
de lagrimas secas,
con barrigas preñadas de muerte.

La esperanza de vida,
esta por debajo de un año;
me cago en mi puta vida entonces.

Se trafica,
se trafica con armas,
con drogas,con hombres,
con mujeres, con niños, 
con vidas, con ideologías,
con Internet, con política,
con poder, con sueños,
con meterte el miedo en el cuerpo.

Cada mañana, 
cada mañana me miro en el espejo y,
lo que veo no me gusta, y entonces,
en vez de comerme
mi propia mierda fresca, 
te jodo a ti, te jodo a ti y
te jodo a ti.

¿Por qué?
Porque la culpa amigos,
la culpa siempre es de los demás,
y la enfermedad se llama
vivamos la vida de los demás
porque no tengo ni cojones ni sangre
para vivir la mía.

Tengo goteras en mi casa, 
goteras en mi curro,
goteras en mi corazón,
de las goteras en mi cabeza
os hablo otro día porque,
porque ahora quiero dormir.

Cuando duermo no pienso,
no pensar,
yo solo quiero volver amigos,
yo solo quiero volver
a las entrañas de mi madre,
a nadar sumergido flotando 
en una paz infinita,
en una duerme vela blanca
de un cuerpo y dos corazones
abrazados por un cordón,
caliente, protegido,
acurrucadito, indefenso
pero invulnerable.

Yo solo quiero volver al día
en que mi madre me cantó
mi primera nana; solo quiero eso.

Sería muy bonito, 
sería necesario que,
todos, por un breve instante,
por un breve parpadeo de tiempo,
regresásemos a las entrañas
de nuestras madres para
recuperar un poquito de la pureza
que hemos perdido por el camino.














HOVIK, Monólogo Croquetas.

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