domingo, 7 de octubre de 2018

HABLÓ EL MUDO Y DIJO LO QUE PUDO

Dicen,
que a quien madruga
Dios le ayuda...
Dios le ayuda a aguantar
que en casa del herrero,
cuchillo de palo,
tras palo,
tras palo...

Que a los mentirosos
no se les coge
y los cojos...
los cojos son cojonudos
porque prefieren malo conocido
que bueno por conocer,
en este país de ciegos
donde el tuerto es el rey
y la desgracia de un loco,
encontrarse con otro,
desgracia del cuerdo
encontrarse con
Abascales, Casados y Riveras.

Si ya lo decía el refrán,
cría cuerdos
y te sacarán los ojos.

Y es que,
aunque muerto el perro
la rabia sigue
y en las cunetas esperan a darle
a ese cerdo su San Martín.
De fuera vienen,
porque de sus casas los echan
con la guerra
a la guerra,
que es buena
para quien no va a ella.

Nos dicen el pecado
pero no el pecador,
y no es oro todo lo que reluce,
porque tiran la piedra
escondiendo al poderoso caballero
Don Dinero,
Dios que aprieta y ahoga
a cientos de pájaros.

Y yo,
señoras, señores,
yo soy
de los que no prefiere pájaro en mano,
que prefiere a cientos volando,
locos, libres y disfrutando.

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