Escribiría de ti,
pero de qué
me iba a servir.
Mil poesías
llevan tu nombre
y solo conseguí,
vislumbrar tus pechos
tras ese jersey de lana
sobre el sofá de tu casa
donde no paso nada.
Los dos
cogimos una lámina
y comenzamos a crear,
tú pintura,
yo poesía,
eso qué mas da.
Yo quiero hacer arte,
contigo en la cama,
desnudarnos el uno al otro
poco a poco,
besarnos
la comisura de los labios,
acariciarnos el cuello,
sumergirnos en nuestros cuerpos.
Hundirnos como el Titanic
y permanecer ahí dentro
durante un momento;
salir a flote,
respirar,
fumar,
volver a crear.
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