martes, 22 de diciembre de 2015

DEL SECO CHARCO DEL ALMA

Cuando no salen las palabras
me desespero,
la desesperación 
me lleva a 
el alcohol y
el alcohol
a la cuerda locura
de la amargura 
de seguir bebiendo;
de seguir viviendo.

Vivo en un cuarto 
donde no dejo 
entrar al sol,
con miles de cervezas acabadas
y miles más por acabar,
pero sin palabras tatuadas
en el blanco del papel de mi cuaderno
que parece,
está muerto.

Y muerto sigo yo,
bebiendo solo 
y sólo bebiendo
por un verso 
que consiga escapar
de mis adentros;
de donde solo escapa bilis,
producida por
el exceso de alcohol o
por el asco que me doy;
me doy asco,
tirado en la cama 
sin un objetivo claro,
claro que,
una cerveza siempre viene bien.

Volvamos a beber.




















Ilustración: Ana Moneo

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